DIARIO DE UN INMIGRANTE DIGITAL. Ovillos para Teseo

Que Ariadna fue inteligente, nos lo recuerda el mito. Como nos recuerda como desagradecido a Teseo. A saber.

Quien tenga tiempo para entretenerse que se entretenga, que por ahí hay actividades para aprender y para pasar un buen rato. Para estas cosas de mitos de Grecia y Roma Antiguas, herramienta útil será para curiosos un libro que nuestro inmigrante digital tiene en buena estima por su mucho provecho. Se trata del Diccionario de mitología griega y romana de Pierre Grimal. Como utillaje no menos servicial para estos menesteres clásicos ha sido la página InterClassica recomendada en el foro por Elena Muñoz y Ramón Burgaleta. Recomendación compartida que agradece el inmigrante porque da argumentos positivos a este curso que le ocupa.

Pero como para nuestro inmigrante digital, viajero entre galaxias, es mucho placer viajar, después de nutrirse de mitos en el libro dicho, quizás lo más interesante sea transportarse hacia el corazón geográfico de la historia de Teseo y aprovechar para recorrer el Mediterráneo descubriendo, al tiempo, bellos museos:

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Y en la derrota por el Mediterráneo, será curioso apuntar en su lugar concreto los nombres de los mares que este mar nuestro alberga. Todos con mucha historia: De Alborán, Menor, Tirreno, Adriático, Jónico, Egeo... Son nombres muy hermosos para espacios de un mismo mar, como igualmente que será curioso entretenerse con los diferentes nombres que el Mediterráneo ha recibido según culturas o civilizaciones a lo largo de la historia y llegar a saber, por ejemplo, quién le puso Mesogeios Thalassa, quién Mare Nostrum, quién Al-āl-Baħr āl-Mutawāsiṭ. Nombres que dicen lo mismo mientras, nuestro inmigrante siempre lo vió como el mar de la luz limpia.

Un laberinto ha llevado a nuestro inmigrante por el Mediterráneo. Pero también hay laberintos en las ciudades. Aquí un ejemplo de la que en la historia fue y es atractiva ciudad. Para perderse. Para encontrarse. ¡Busca, busca y llévame a la Mezquita o al Alcázar o las Caballerizas o la Albolafia o al arco del triunfo y otros monumentos —nos azuza el inmigrante digital:

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Laberintos en las ciudades y en la imaginación. Quien mejor que Borges para decírnoslos:

Laberintos de Borges anteriores al laberinto de la propia ceguera que desde la luz perdida le inspiró "El ciego":

I

Lo han despojado del diverso mundo,
de los rostros, que son lo que eran antes.
De las cercanas calles, hoy distantes,
y del cóncavo azul, ayer profundo.
De los libros le queda lo que deja
la memoria, esa forma del olvido
que retiene el formato, el sentido,
y que los meros títulos refleja.
El desnivel acecha. Cada paso
puede ser la caída. Soy el lento
prisionero de un tiempo soñoliento
que no marca su aurora ni su ocaso.
Es de noche. No hay otros. Con el verso
debo labrar mi insípido universo.

II

Desde mi nacimiento, que fue el noventa y nueve
de la cóncava parra y el aljibe profundo,
el tiempo minucioso, que en la memoria es breve,
me fue hurtando las formas visibles de este mundo.
Los días y las noches limaron los perfiles
de las letras humanas y los rostros amados;
en vano interrogaron mis ojos agotados
las vanas bibliotecas y los vanos atriles.
El azul y el bermejo son ahora una niebla
y dos voces inútiles. El espejo que miro
es una cosa gris. En el jardín aspiro,
amigos, una lóbrega rosa de la tiniebla.
Ahora sólo perduran las formas amarillas
y sólo puedo ver para ver pesadillas.

Y entonces, de Borges y la ceguera, seguiríamos con Saramago, pero esto podrá ser otro día, porque ahora nuestro inmigrante digital recuerda que cuando del Mediterráneo dijo que para él era el mar de la luz limpia, se le olvidó añadir que también, para él, es el mar de su niñez:

P.D. De la canción hay muchos vídeos con fotos bonitas del Mediterráneo, pero si entre tantos nuestro inmigrante digital ha escogido éste en concreto es porque nuestro inmigrante digital es un poco nostálgico de ciertas cosas. Un poco.